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Cómo ayudar a los niños a superar el divorcio de sus padres

Cómo hablarle a su hijo del divorcio
Hay algunos errores comunes que no debes cometer si has decidido divorciarte:
– Retrasar el momento de contárselo todo a tus hijos. Si has decidido separarte, no debes ocultar este hecho intentando mentir diciendo que todo es normal. Incluso los bebés sienten que algo va mal, pero nadie confirma sus sentimientos. Tal contradicción crea un estrés innecesario y desperdicia la fuerza que pronto necesitarán.
– Hablar de divorcio cuando aún no hay nada decidido. Este es el otro extremo perjudicial para los niños. No puedes transmitir a tu hijo tus titubeos, ya que esto aumenta aún más la ansiedad y la incertidumbre.
– No responder a las preguntas de los niños. Esto puede ocurrir si los padres tienen miedo de herir a su hijo o no encuentran las palabras. La sensación de que se le oculta algo genera ansiedad, nerviosismo, trastornos del sueño y otros problemas.
– Cuéntale a tu hijo distintas versiones de los motivos. Si mamá tiene una teoría y papá tiene otra, confunde a los niños y acaba con la certeza que necesitan. Peor aún si los padres se culpan mutuamente, haciendo que el otro parezca culpable y poniendo al niño en su contra.
– Decir que las cosas volverán a ser como antes. Los padres cometen a menudo el error de intentar tranquilizar a sus hijos con esta frase. En esencia, se trata de un engaño. Es mejor decir a los niños la verdad, pero eligiendo una formulación más suave, por ejemplo: «Ahora será diferente, pero nos aseguraremos de que te sientas bien. Y aunque sea triste, estamos aquí para ti».
– Acuerda primero con tu pareja cómo explicaréis lo que está pasando a los niños y luego hablad con ellos juntos. Procura que la conversación sea amistosa y que vuestras versiones de la historia sean totalmente coherentes.

No debes utilizar los siguientes motivos (aunque sean ciertos):
– Poca seguridad económica por parte del padre.
– Hechos de infidelidad.
– Malas actitudes y comportamiento de uno de los padres hacia el otro.
– Resentimientos mutuos por cualquier motivo.
– Crianza inadecuada por parte de uno de los progenitores.
– En su lugar, inventa una razón neutral y comunícasela adecuadamente al niño.

Es importante reforzar en el niño la siguiente creencia: «Aunque mamá y papá ya no sean marido y mujer, son mis padres para siempre, y yo soy su hijo».

También conviene explicar a los niños cómo cambiará su vida tras el divorcio: dónde vivirán y con quién, qué días se reunirán con el segundo progenitor. Una conversación así les dará seguridad y les ayudará a recuperar el equilibrio perdido.

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