5. El colorismo ayuda a reconocer problemas de salud mental
Los colores que una persona utiliza para describir distintas emociones pueden correlacionarse con trastornos mentales. Por ejemplo, los pacientes con ansiedad o depresión son más propensos a ver sus estados de ánimo de color gris. Las personas sanas, por regla general, no asocian su estado psicológico con ningún tono o eligen el amarillo. La saturación también es importante. Así, las personas con ansiedad prefieren el azul oscuro, mientras que las sanas prefieren el azul claro.
El color puede analizarse en arteterapia, una rama de la psicoterapia que ayuda a las personas a comprenderse mejor a sí mismas mediante técnicas creativas. Los pacientes crean collages, dibujan, hacen fotografías y luego comentan el trabajo con un terapeuta. La arteterapia se utiliza para reducir los síntomas de la depresión, estimular la actividad mental en pacientes con demencia o reducir el dolor en diagnósticos graves.
Algunos elementos de la arteterapia pueden incorporarse a la vida cotidiana. Por ejemplo, colorear ayuda a aliviar el estrés: la persona se concentra en la elección de los colores y se desconecta temporalmente de las preocupaciones externas.
