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¿Qué es más perjudicial, dormir poco o dormir demasiado? El médico responde

Si una persona no duerme entre cinco y ocho días, una disfunción cerebral irreversible puede llevarla a la muerte.

Otro error común: la falta de sueño es muy peligrosa, pero si se duerme más de lo normal, se puede recuperar el tiempo perdido.

Sí, la falta de sueño (seis o menos horas por noche) aumenta el riesgo de mortalidad en un 12%. Pero dormir más de lo normal es aún más peligroso: provoca el riesgo de enfermedades cardiovasculares y patologías de otros órganos internos, y la mortalidad en caso de exceso de sueño aumenta hasta un 30%.

Qué afecta al sueño
Nuestro cuerpo está adaptado a la vida en la Tierra y tiene su propio reloj biológico – son los ritmos circadianos: fluctuaciones cíclicas de la actividad de los procesos internos, que están ligadas al cambio del día y la noche. En los seres humanos, el reloj biológico dura unas 24 horas, con ligeras variaciones según el sexo y las características personales.

Sin embargo, nuestro reloj interno está sincronizado con el entorno y la luz solar es crucial. La alternancia del día y la noche regula el ciclo sueño-vigilia.

La melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia en humanos y animales, se produce entre las diez de la noche y las tres o cuatro de la madrugada. Acelera la conciliación del sueño, reduce el número de despertares durante la noche y mejora la calidad del sueño. La melatonina no es producida automáticamente por la glándula pineal. Necesita un estímulo: la oscuridad.

Unas células especiales de la retina de nuestros ojos detectan la luz. Y sólo si está completamente oscuro a nuestro alrededor, nuestros ojos envían una señal a la epífisis de que ha llegado el momento de producir melatonina.

También adapta el organismo de las personas sensibles a los cambios climáticos. Su contenido normal en el organismo es necesario para mantener la salud y el funcionamiento normal del sistema nervioso. Es muy difícil engañar al sistema natural de nuestro cuerpo, por ejemplo, si se duerme durante el día con un antifaz sobre los ojos y las cortinas bien cerradas.

Pero, por desgracia, el sueño diurno no puede sustituir totalmente al nocturno: en las horas oscuras del día la glándula pineal sigue estando más activa debido a las peculiaridades del reloj biológico.

El sueño diurno puede seguir siendo útil: si te quedas dormido durante poco tiempo (por ejemplo, durante un ciclo de sueño: una hora y media), te ayudará a resetear el cerebro y hacerlo más productivo.

A partir de las tres o cuatro de la madrugada, la concentración de melatonina disminuye. La sustituye otra hormona, el cortisol, que producen las glándulas suprarrenales. El cortisol es más conocido como la «hormona del estrés», pero también desempeña un papel importante en los mecanismos del estado de alerta. Esta hormona prepara gradualmente nuestro cuerpo para el despertar y para un nuevo día activo.

La concentración de cortisol alcanza su punto máximo entre las seis y las siete de la mañana. Hacia esa hora, se le une la liberación de serotonina, la «hormona de la felicidad». Hace que nuestro despertar sea menos estresante y más agradable, llenándonos de energía y buen humor.

Por eso es tan importante observar una higiene del sueño, para que nuestro reloj biológico funcione de forma sincronizada y en beneficio de nuestro organismo.

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