Qué más hay que tener en cuenta
La elección de un colchón consta de dos aspectos principales: las preferencias individuales de una persona y las indicaciones médicas determinadas por un médico.
Qué colchón elegir para un adulto
A falta de una prescripción específica de un médico, cada cual puede guiarse por sus sensaciones y preferencias personales a la hora de elegir un colchón más blando o más rígido. Es aconsejable encontrar un equilibrio y evitar los colchones demasiado blandos o demasiado firmes para proporcionar un apoyo óptimo tanto a la columna vertebral como a todos los músculos.
Otro factor esencial para elegir el colchón adecuado es el propio peso del comprador. Conviene tener en cuenta que el grado de rigidez de un determinado modelo de colchón puede percibirse de forma diferente con un peso de 40 kg y con un peso de 150 kg. El peso estándar del comprador, para el que el fabricante calcula la rigidez del colchón, es de 75-80 kg.
Los colchones muy rígidos no se recomiendan para personas con un peso superior (a partir de 120 kg).
Con una combinación de este tipo, el flujo sanguíneo adecuado del comprador y el suministro de oxígeno a los tejidos blandos pueden verse perjudicados durante el sueño y el descanso. El colchón resultará incómodo y el sueño será corto y esporádico debido a la necesidad de cambiar la posición del cuerpo con frecuencia.
Por regla general, funciona el principio «a menor edad, colchón más duro; a mayor edad, más blando». Sin embargo, es necesario recordar las peculiaridades individuales: lesiones, hernias, protuberancias y las recomendaciones correspondientes del médico tratante.
Qué colchón es mejor para el sueño de un niño
Para los niños se recomiendan colchones de firmeza media o más rígidos. La columna vertebral de un niño aún se está formando y las superficies demasiado blandas pueden no proporcionar suficiente apoyo.
