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Cómo cuidar correctamente las prendas de cachemira

Cómo lavar cachemira a mano
Pretrata las manchas. Aplique una pequeña cantidad de un quitamanchas adecuado para cachemira a las manchas de comida, sudor en las axilas, zonas sucias en el cuello y los puños. Aplique suavemente el producto en el tejido con las yemas de los dedos. Evite frotar el material para no dañarlo y no utilice lejía.

Llene un recipiente adecuado con agua fría. Si lavas prendas grandes, como un plaid, es mejor hacerlo en la bañera; para prendas más pequeñas, el fregadero está bien. Mientras el agua corre, añade detergente y, cuando esté completamente disuelto, baja suavemente la cachemira en él. Es mejor emplear medios especiales para lavar tejidos delicados o utilizar champú para bebés.

Suavemente, sin forzar los dedos, muévelo de un lado a otro y de arriba abajo para que el agua jabonosa atraviese el tejido. Para obtener los mejores resultados, deja la cachemira en remojo durante un máximo de 30 minutos.

Escurre el agua y aclara la prenda. Si tienes una boquilla pulverizadora en el grifo, úsala para aclarar prendas pequeñas, como una bufanda o un gorro. Para prendas más grandes, lo mejor es volver a llenar el lavabo o la bañera con agua fría, sumergir la cachemira y sacudirla suavemente con las manos limpias. Repite este paso hasta que desaparezca por completo la espuma de jabón.

Escurrir el agua. Es mejor hacerlo mientras la prenda está en el lavabo o la bañera. Levantar cachemira mojada no es la mejor idea: puede estirarse y perder su forma. Tampoco conviene retorcerla para no dañar sus delicadas fibras. En su lugar, haz una bola con la prenda y escurre el agua con cuidado. También puedes extender una toalla blanca sobre una superficie plana, colocar la prenda encima y enrollarla, presionando suavemente para que la toalla absorba la humedad.

Cómo lavar cachemira en la lavadora
Comprueba la etiqueta de la prenda y sigue las instrucciones del fabricante. En general, hay dos pasos importantes para lavar a máquina prendas de cachemira:

Dale la vuelta a la prenda y métela en una bolsa de malla para lavar prendas delicadas. Esto protegerá la cachemira de la fricción innecesaria, que puede estirar el tejido y provocar pelusas.
Elige el ciclo más delicado con una temperatura del agua no superior a 30-40 °C y un centrifugado suave, no más de 400-600 revoluciones.

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