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Cómo dar una segunda vida a los productos cuando se acercan al final de su vida útil

Queso
– Para que un trozo de queso seco vuelva a estar blando, puedes remojarlo en leche caliente durante una hora y media.
– Ralla el queso endurecido con un rallador y recógelo en una bolsa. Puedes espolvorearlo sobre la pasta o añadirlo a la sopa para espesarla. Y si lo trituras en la batidora con un poco de leche, se convierte en una salsa estupenda para la pasta y el risotto.

Pan y bollería
– El pan duro vuelve a estar blando si lo envuelves en una toalla de papel, que recogerá la condensación, y lo metes un par de minutos en el microondas. El mismo resultado se obtiene colocando un colador sobre una olla con agua hirviendo, metiendo la barra y tapándola. El proceso sólo llevará cinco minutos, pero hay que asegurarse de que el agua no entre en contacto con el pan, de lo contrario se ablandará.
– El pan seco puede triturarse en la batidora y utilizarse como pan rallado. O se corta en dados y se fríe durante un par de minutos en una sartén seca caliente, removiendo constantemente; este pan rallado es útil para hacer ensaladas. Y si añades sal y especias al pan, tendrás una buena alternativa a los bocadillos comprados en la tienda.

Si los alimentos aún están en buen estado, pero te das cuenta de que no tienes tiempo de comértelo todo antes de la fecha de caducidad, mételos en el congelador. Así podrás conservar verduras, frutas, hierbas, pan, productos cárnicos y pescados, incluido el caviar rojo, y mucho más.

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