4. Restaurar el aspecto anterior de la ropa «encogida
Cada tejido necesita un enfoque diferente, pero la forma más fácil de devolver al algodón su antiguo esplendor es. Llena un fregadero con agua templada, añade una cucharada de acondicionador para ropa, detergente en polvo o champú y remueve bien para disolverlo. Deja la prenda en remojo durante 30 minutos. Cuando acabe el tiempo, estírala suavemente y de forma uniforme, luego aclárala con agua fría y sécala como de costumbre.
5. Recorta la pelusa
Si tu rebeca o jersey favorito ha desarrollado muchas pelusas durante un largo periodo de uso, no lo tires. Elimina cuidadosamente las imperfecciones con una máquina especial o una maquinilla de afeitar, y la cosa volverá a gustarte.
6. Presta atención a las perchas
Las perchas de alambre pueden estropear la ropa, en particular, distorsionar la línea de los hombros. Lo mejor es elegir perchas de madera o con revestimiento textil. Las primeras son estupendas para prendas pesadas de otoño e invierno, como chaquetas, y las segundas para tejidos delicados como el terciopelo o el satén.
7. Sustituye la plancha por una vaporeta
La vaporización es mucho menos traumática para la ropa que el planchado, y las vaporeras son excelentes para eliminar las arrugas incluso en los tejidos más finos y caprichosos, así como en prendas con volantes, encajes y otros adornos. Los modelos más potentes son capaces de alisar prendas complejas con forro, como chaquetas, impermeables o abrigos.
Sin embargo, con tejidos muy tupidos, como la tela vaquera o el lino, es poco probable que el aparato funcione a la perfección: tendrá que volver a la plancha.
8. Manchas puntuales
¿Recuerdas que es mejor lavar los vaqueros lo menos posible? Merece la pena seguir este principio a la hora de cuidar el resto de tu vestuario. Si manchas una sudadera, no la envíes a la lavadora, sino límpiala a mano. El resultado será el mismo, pero la ropa evitará otro ciclo de lavado y conservará así un aspecto decente durante más tiempo.
