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Cómo lavar correctamente la ropa blanca

Cómo lavar la ropa a máquina
Las prendas de lino grueso y resistente pueden lavarse de cualquier forma, pero sólo si el tejido se ha sometido a un proceso especial de encogimiento antes de coserlo. Pero no todos los fabricantes informan de si han tratado el tejido o no. Por lo tanto, es mejor reasegurarse y lavar el lino en modo delicado. Sobre todo si se trata de un vestido, una falda o una estola fina. Aquí están las principales reglas que ayudarán a lavar cualitativamente una cosa de lino:
– No ponga en la lavadora productos de distintos colores, sólo cosas de tonos similares. Lave por separado los artículos claros y blancos del armario.
– Dé primero la vuelta a las blusas o vestidos bordados.
– No ponga más de 3-4 prendas en el tambor para aclararlas mejor.
– Utilice sólo los modos de lavado delicado.
– Lave las prendas sin teñir a 40-60 °C.
– Para prendas de lino teñidas, elija una temperatura de hasta 30 °C.
– Centrifugue la prenda a 400-600 revoluciones.
– No utilice el centrifugado automático cuando lave prendas bordadas.
– No utilice el secado a máquina.
– Una vez finalizado el lavado, ejecute adicionalmente el modo de aclarado. Esto eliminará finalmente cualquier partícula de polvo que pueda haber quedado entre las fibras del tejido.

Cuando termine el lavado, saque inmediatamente las prendas de la máquina, alíselas y cuélguelas en las perchas. De lo contrario, será difícil plancharlas.

Cómo secar y planchar la ropa de lino
Como ya se ha dicho, la ropa de lino es mejor secarla verticalmente. Así el producto se estira ligeramente bajo su propio peso, y se reduce la probabilidad de encogimiento. Asegúrese de que la prenda no esté torcida y de que sus partes individuales no estén estiradas ni arrugadas. De lo contrario, cuando la camisa o la falda se seque, será difícil recuperar la forma.

No seque las cosas de lino bajo la luz directa del sol: el tejido se quema rápidamente. Es mejor colgar vestidos, blusas o cortinas a la sombra, al aire libre, por ejemplo, en la veranda o el balcón.

La ropa para planchar debe estar ligeramente húmeda. Pero antes hay que darle la vuelta, sobre todo si tiene bordados. Si el tejido se ha secado, humedézcalo un poco, por ejemplo, rociándolo con agua de un pulverizador.

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